Piscina
Naturalizada


Colombia
2015





 

“El agua es la sangre de la Tierra, pues suministra a la naturaleza todo lo que necesita para sobrevivir, y así mismo arrastra muchos contaminantes, que de otro modo alterarían, e incluso destruirían, el equilibrio natural. Sin el agua la naturaleza no existiría tal como la conocemos.”


Klaus Lanz, Lars Müller, Christian Rentsch, René Schwarzencach. ¿De quién es el Agua?
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El funcionamiento cotidiano de una piscina es simple, se trata de conservar el agua en un estado adecuado para el disfrute de las personas, problema comúnmente resuelto a través de sistemas físico químicos, ocultos bajo las áreas perimetrales al vaso de agua o en pequeñas construcciones lo más alejadas posible para minimizar el impacto del ruido producido por las bombas de presión. Normalmente el agua de las piscinas es azulada, una coloración artificial que expresa su esterilidad.
En contraparte, si observamos con cuidado ríos, lagos, humedales y todo tipo de cuerpos de agua naturales, evidenciamos la exuberancia de la naturaleza, la vida que define las riberas y ratifica la capacidad autodepuradora de la naturaleza.
La piscina se define entonces como un rectángulo perfecto inscrito en una película de agua irregular, contenida por una línea horizontal que “cierra” una escorrentía natural. Lo primero: expresión geométrica, concreción formal de una actividad humana (nadar). Lo segundo: cauce, valle, hondonada, expresión de la naturaleza, de procesos geológicos de conformación del relieve.
El agua de la piscina proviene de lluvias que escurren de manera natural por la montaña y de una pequeña acequia que cruza el predio.
El vaso de agua está rodeado de jardines acuáticos que suplen los filtros y químicos usados comúnmente  para el tratamiento de agua, el problema técnico se convierte en un reto espacial que busca reafirmar la conexión entre el hombre y el entorno natural. Las plantas fueron seleccionadas a través de la observación de las riberas cercanas y a través de conversaciones con habitantes del lugar, quienes de manera hereditaria han aprendido a cultivar la tierra y preservar las fuentes de agua como fuentes de vida. Por último, una pequeña bomba impulsora se encarga de tomar el agua del fondo de la piscina y devolverla a los jardines acuáticos, oxigenando y promoviendo el movimiento del agua para beneficiar la interacción de ésta con las plantas.


























                                           



















“La palabra vida es una palabra mágica. Es una palabra valorizada. Todo otro principio palidece cuando se puede invocar un principio vital”.

Gaston Bachelard 
La formación del espíritu científico






Coordinación: Arq. Sebastián Mejía

Selección de la vegetación: Arq. Juan Esteban Vergara

Fotografías: Isaac Ramírez, Connatural

Localización: Santa Elena, Antioquia, Colombia


2015

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